Por muchos años hemos escuchado que aquel que posee la información tiene el poder para poner a su favor las condiciones existentes. Sin embargo, muchos preferimos ir por el “Feeling” del mercado.
¿Es muy importante contar con información de lo que ocurre en el entorno?
Salgamos un poco del mundo de los negocios y situémonos en una playa paradisíaca con un mar cristalino, arena fina, hermosas palmeras y sin muchos visitantes que nos invita a darnos una buena zambullida en sus aguas mansas, pero, ¿Qué tal que esa playa esta infestada de tiburones y erizos? Si supiéramos con antelación tal condición es casi seguro que no mojaríamos un dedo en ella. Sin embargo, el “Feeling” puede jugarnos una mala pasada.
Lo mismo pasa en los negocios en ocasiones nos damos cuenta demasiado tarde de que nuestra playa se infesto de tiburones y erizos, cuando esto pasa mantener el negocio resulta demasiado difícil y encontrar a alguien interesado en el mismo aun más.
También pasa cuando el medico nos envía a realizar unos análisis clínicos, ya que generalmente acudimos a él cuando existe un problema latente y las consecuencias en ocasiones son irreversibles. Si las personas monitoreamos continuamente la salud es muy probable que nuestra calidad de vida sea mucho mejor.
De la misma manera cuando una empresa monitorea su desempeño, el de su competencia y el del mercado en general es muy probable que esta alcance un liderazgo de mercado, sea innovadora y genere un alto valor para sus dueños.
Innovar sin conocer el mercado ¿Se puede?
Todos queremos ser parte de una organización innovadora que siempre sea punta de lanza de nuevas invenciones, que cuente con los mejores procesos administrativos y que además sea líder de mercado. Quizás eso podría fácilmente ser alcanzado por una empresa con mayores recursos económicos que su competencia en el siglo pasado. Pero hemos llegado a mercados donde las opciones de un consumidor no solo estan en su país o región, en donde las cosas cambian tan a menudo que 6 meses de ventaja pueden resultar definitivos.
Monitorear nuestro desempeño puede resultar ser un poco amargo, pero es más triste llegar al momento de apagar las luces, poner candado al negocio y retirarse en un llanto al saber que se ha perdido todo lo que te costo una vida crear.
Ser una organización que aprende no es fácil, pero el esfuerzo valdrá la pena.